Hematoma del oído (auditivo)
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2024 Autor: Carol Cain | [email protected]. Última modificación: 2023-12-16 17:16
Un hematoma auditivo es un charco de sangre que se acumula entre la piel y el cartílago del colgajo de la oreja de una mascota. Por lo general, es causada por un rasguño excesivamente agresivo o por sacudir la cabeza como resultado de una infección en el oído. Tanto los perros como los gatos pueden sufrir hematomas en los oídos, aunque los perros (especialmente aquellos propensos a las alergias de la piel y las infecciones del oído) son más propensos a ellos. Los tratamientos van desde drenar el hematoma con una aguja hasta la corrección quirúrgica del problema.
Visión general
Un hematoma de oído es un bolsillo de sangre que se forma dentro de la parte exterior del colgajo de oído de una mascota. Aunque tanto los perros como los gatos pueden sufrir hematomas en el oído, la afección es mucho más común en los perros.
Los hematomas del oído generalmente son causados por algún tipo de autotraumatismo, como cuando una mascota se rasca agresivamente las orejas o sacude la cabeza, lo que hace que las orejeras se golpeen contra el cráneo. Este trauma puede hacer que la sangre salga de los vasos y se acumule en un bolsillo entre la piel y los componentes del cartílago que forman la parte exterior del colgajo de la oreja. Por lo general, existe una causa subyacente para rascarse y sacudir la cabeza, como ácaros del oído o infecciones bacterianas y / o por levaduras del canal auditivo.Debido a que los perros que sufren alergias en la piel son propensos a las infecciones del oído, la enfermedad alérgica de la piel puede ser una parte importante del problema subyacente.
Es innegable que es crucial tratar tanto el hematoma del oído como los parásitos subyacentes o la infección del oído y abordar posibles alergias.
Síntomas e Identificación
Una mascota con un hematoma de oído tendrá una hinchazón llena de líquido en todo o solo una parte del colgajo del oído (llamado "pabellón auricular"). A veces la hinchazón parecerá firme, otras veces, suave y fluctuante. Puede ocluir el canal auditivo o simplemente afectar la punta de la oreja.
Un veterinario puede diagnosticar esta afección durante un examen físico. Sin embargo, también es importante diagnosticar las condiciones subyacentes que pueden llevar a un rascado excesivo o sacudir la cabeza. Lo más probable es que el veterinario inspeccione el canal auditivo y lo limpie para una muestra para examinar bajo el microscopio en busca de signos de parásitos o infección.
La enfermedad alérgica de la piel (incluidas las alergias por inhalación y las alergias a los alimentos) es probablemente la condición más común que subyace a esta enfermedad en los perros. Sin embargo, el diagnóstico definitivo de esta posibilidad no es tan fácil como identificar organismos bajo un microscopio. Las pruebas de alimentos (para investigar las alergias alimentarias) y otros tipos de pruebas de alergia pueden estar en orden.
Razas Afectadas
Cualquier perro o gato puede desarrollar un hematoma de oreja. Debido a que la enfermedad alérgica de la piel es una causa común, cualquier mascota propensa a alergias en la piel tiene más probabilidades de desarrollar un hematoma de oído. El problema se desarrolla más fácilmente en perros con orejas más colgantes, ya que las orejeras gruesas se golpean fácilmente contra el lado de la cabeza mientras se agita la cabeza.
Tratamiento
La reparación quirúrgica a menudo se considera el tratamiento más eficaz para los hematomas del oído. Durante la anestesia, se realiza una incisión a lo largo del hematoma en la superficie interna de la oreja. Después de eliminar el líquido y los coágulos sanguíneos, la superficie interna de la oreja se adhiere a la superficie externa de la oreja con suturas. Las suturas mantienen las superficies internas y externas una contra otra, de modo que cuando se forma el tejido cicatricial, las dos superficies son suaves y no grumosas. Las suturas generalmente permanecen en su lugar durante unas pocas semanas mientras se deja abierta la incisión para que el líquido continúe drenando a medida que la oreja se cure. Eventualmente, la incisión sanará por sí sola.
Para un perro con orejas caídas, la oreja tratada suele voltearse y vendarse contra la cabeza para evitar que la cabeza se mueva durante la recuperación. A menudo se recomienda un collar isabelino (una capucha con forma de cono que se coloca sobre la cabeza de la mascota) para que la mascota no se rasque las orejas.
Como alternativa, se pueden hacer varias incisiones pequeñas en la superficie interna de la oreja con un láser. En este caso, las suturas no son necesarias.
Otro tratamiento implica la colocación de un pequeño drenaje, o tubo de goma, en la parte externa de la oreja. El drenaje permanece en su lugar durante varias semanas a medida que el líquido se resuelve y el oído se cura. Es posible que algunas mascotas no lo toleren, y las orejas de los gatos suelen ser demasiado pequeñas para esta técnica.
En algunos casos, los veterinarios pueden extraer el líquido con una aguja y una jeringa. El medicamento también se puede inyectar en el espacio para reducir la hinchazón y la inflamación. Sin embargo, es muy común que el hematoma regrese con este procedimiento.
Con una infección de oído subyacente o ácaros del oído, lo más probable es que la mascota necesite que se limpien los canales del oído y se los trate con ungüentos o soluciones adecuados. La resolución del problema subyacente ayudará a prevenir otro hematoma de oído. Sin embargo, la enfermedad alérgica de la piel puede conducir a orejas afectadas crónicamente que pueden sufrir hematomas recurrentes en las orejas, a menos que el problema se resuelva adecuadamente.
Sin tratamiento, un hematoma de oreja eventualmente se curará por sí solo, pero la mascota a menudo experimenta semanas de incomodidad. Además, los dos lados de la oreja a menudo forman un tejido cicatrizado engrosado y arrugado, por lo que la oreja no se ve o se siente natural. Este problema cosmético no puede hacer una diferencia para un propietario.
Prevención
Si bien los hematomas del oído en sí pueden no ser fácilmente prevenibles, la prevención (o el tratamiento exitoso) de los problemas subyacentes que causan sacudidas en la cabeza reducirá el riesgo de esta complicación.
Este artículo fue revisado por un veterinario.
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