Un examen exhaustivo puede ayudar a su veterinario a encontrar el mejor tratamiento para las convulsiones focales de su perro.
La epilepsia canina puede tomar varias formas. Una de esas formas son las convulsiones focales, que típicamente se caracterizan por una marca facial o una contracción de la cabeza u otra parte del cuerpo. Si bien estos pueden ser angustiantes tanto para usted como para su perro, también pueden ser un síntoma de un problema mayor. Su veterinario tendrá que examinar a fondo a su perro para determinar el mejor curso de tratamiento.
Sobre las convulsiones focales caninas
Las convulsiones son causadas por la descarga de neuronas en el cerebro. En una convulsión generalizada, o de gran mal, esta actividad se extiende por todo el cerebro, pero en una convulsión focal o parcial, permanece localizada en una pequeña área de la corteza cerebral. Por lo general, esto hace que la actividad de las convulsiones se limite a un solo músculo retorcido, aunque también puede causar una convulsión parcial compleja, que se caracteriza por cambios abruptos e inusuales en el comportamiento, como encogerse, agresión repentina o morder a las moscas imaginarias.
Causas subyacentes
Las convulsiones focales son convulsiones secundarias que tienen una causa identificable, en este caso, una anomalía estructural en el cerebro. Aunque parecen leves y manejables en comparación con una convulsión de gran mal, las convulsiones focales podrían ser un síntoma de un tumor cerebral u otra afección grave, como un traumatismo cerebral o una enfermedad viral. Su veterinario puede realizar pruebas para ayudar a identificar la causa subyacente y prescribir el tratamiento adecuado.
Medicación anticonvulsiva
Si el tratamiento de la causa subyacente no detiene las convulsiones focales, su veterinario puede recetarle medicamentos anticonvulsivos, como fenobarbital, primidona o bromuro de potasio. Debido a que estos medicamentos pueden tener efectos secundarios que pueden incluir daño hepático o renal, generalmente no se recetan a menos que ocurran dos o más convulsiones en un período de seis semanas. Los veterinarios generalmente hacen todo lo posible para evaluar la calidad de vida de un perro frente a los riesgos de los medicamentos. Un perro que toma medicamentos para las convulsiones requerirá chequeos cada seis meses aproximadamente para controlar el hígado y los riñones.
Medicina alternativa
Algunos perros no responden bien a los medicamentos tradicionales y algunos padres de perros no están dispuestos a arriesgar los posibles efectos secundarios. Los tratamientos alternativos tienen diferentes grados de éxito en el tratamiento de las convulsiones caninas. La acupuntura es uno de esos tratamientos que ha demostrado ser eficaz para ayudar a controlar las convulsiones. También se cree que ciertas hierbas calmantes, como la pasiflora y la cápsula craneal, también ayudan, al igual que la suplementación con vitaminas B. Es mejor consultar a su veterinario acerca de las opciones de tratamiento alternativo. Es posible que ella pueda derivarlo a un nutricionista certificado para mascotas.