Algunas razas están genéticamente predispuestas a desarrollar hipoadrenocorticismo.
El hipoadrenocorticismo, también conocido como enfermedad de Addison, se define como una deficiencia de cortisol y aldosterona, las hormonas corticosteroides que produce la corteza de las glándulas suprarrenales. Los síntomas de hipoadrenocorticismo imitan a los de muchas otras condiciones de salud, lo que hace que el diagnóstico sea un desafío. Busque patrones que ocurren después de eventos estresantes; Su observación puede indicar a su veterinario la dirección de una prueba diagnóstica específica, lo que permite un diagnóstico definitivo y el inicio de un protocolo de tratamiento de por vida para controlar la enfermedad.
Factores de riesgo y presentación de síntomas
Los pacientes con hipoadrenocorticismo suelen ser perros jóvenes o de mediana edad. La enfermedad generalmente se presenta alrededor de los 4 o 5 años de edad, pero las mascotas más viejas también pueden ser afectadas. La condición es más común en las hembras que en los machos, y existe una predisposición genética en las razas como los collies barbudos, los caniches estándar, los perros de agua portugueses y los perros perdigueros de pato de Nueva Escocia, los terriers blancos de West Highland, los terriers de trigo y los Rottweilers. Cualquier perro que desarrolle hipoadrenocortisic no mostrará signos de la enfermedad hasta que aproximadamente el 90 por ciento de la corteza suprarrenal haya dejado de funcionar.
Síntomas de hipoadrenocorticismo
Los primeros síntomas de hipoadrenocorticismo son generalmente vagos. Estos síntomas incluyen diarrea ocasional, vómitos, letargo y disminución del apetito. Los ataques iniciales de estos síntomas a menudo se encogen como indigestión, un virus o un exceso de emoción. La aparición de estos síntomas puede ser sutil o gradual a medida que aumentan y disminuyen, y aumentan cuando el perro ha sido estresado. A medida que aumenta su frecuencia, junto con una posible deshidratación, pérdida de cabello, debilidad muscular y aumentos en la ingesta de agua y el gasto urinario, se pueden sospechar otras enfermedades, como la enfermedad renal, la pancreatitis, la hipoglucemia o la enfermedad cardíaca. A medida que los síntomas continúan sin ser diagnosticados o diagnosticados erróneamente, se producirá un evento aterrador que se conoce como una crisis de Addison. Un tercio de los perros con hipoadrenocorticismo se diagnostican solo cuando se presentan a sus veterinarios en medio de una crisis de Addison.
Signos de una crisis addisoniana
Una crisis de Addison es el resultado de un desequilibrio electrolítico severo. Cuando esto ocurre, los niveles de azúcar en la sangre caen peligrosamente bajo. Los niveles de potasio suben anormalmente alto y el nivel de sodio cae. La combinación altera el ritmo cardíaco normal, disminuye la frecuencia cardíaca y causa arritmia y un pulso débil. Tanto la presión arterial como la temperatura bajan. Estos son todos los signos que ocurren con el shock, a pesar de que el perro no ha sufrido ningún trauma o exposición a toxinas. La única señal externa de que los propietarios serán testigos es el colapso repentino. Una crisis de Addison puede ser fatal: cuando ocurre, se requiere una intervención médica inmediata de emergencia para salvar la vida del perro.
Indicaciones de laboratorio
Es probable que los perros con hipoadrenocorticismo tengan hallazgos anormales en los paneles de química de la sangre y en los análisis de orina, pero estas anomalías no son concluyentes para hacer un diagnóstico definitivo de la enfermedad. Un paciente puede presentar niveles elevados de potasio en sangre y niveles bajos de sodio en sangre durante una crisis de Addison, pero sus niveles pueden normalizarse entre los ataques. La baja gravedad específica de la orina y los niveles elevados de nitrógeno y urea en la urea en sangre son hallazgos comunes en perros con hipoadrenocorticismo, pero también son los parámetros definitorios de un perro con enfermedad renal. La única prueba de laboratorio definitiva para diagnosticar el hipoadrenocorticismo es una prueba de sangre llamada prueba de estimulación con ACTH. Una vez que la enfermedad se diagnostica, se controla y se controla, su perro puede vivir una vida plena y feliz.