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El ángulo de la pierna y lesiones CCL en perros

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El ángulo de la pierna y lesiones CCL en perros
El ángulo de la pierna y lesiones CCL en perros

Video: El ángulo de la pierna y lesiones CCL en perros

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Video: La rehabilitación en perros: patas traseras, patas delanteras, hernia discal... | Alberto Muñiz - YouTube 2024, Mayo
Anonim

Los perros jóvenes y atléticos pueden experimentar lesiones traumáticas de CCL durante el juego activo.

El ligamento cruzado craneal, o CCL, corresponde al ligamento cruzado anterior, el ACL, en humanos. Las lesiones en la CCL son comunes, especialmente en perros muy jóvenes y atléticos o en perros mayores con sobrepeso. Se cree que el ángulo de la pata del perro a lo largo de la parte superior de la tibia contribuye a las lesiones de CCL, aunque otros factores pueden contribuir a las rupturas y desgarros de ese ligamento.

El ángulo de conformación

El ángulo de la meseta tibial a veces causa inestabilidad en la articulación de la rodilla del perro, causando rupturas o desgarros en la LCC. Este ángulo está formado por las posiciones relativas del eje de la tibia y la parte superior de la tibia. Los ángulos escarpados de la meseta tibial causan tensión en el ligamento, lo que aumenta la posibilidad de daño. Sin embargo, los perros con ángulos normales también pueden experimentar daño en los ligamentos, por lo que la edad, el peso y la actividad también deben considerarse factores para evaluar la posibilidad de daño.

Edad vs. Actividad

Muchos factores pueden contribuir al daño CCL. Dos factores principales incluyen la degeneración del ligamento con el tiempo y el trauma experimentado durante actividades como saltar y correr. El daño degenerativo puede ocurrir debido al peso del perro o debido a otras enfermedades o trastornos. Por ejemplo, la displasia de cadera puede causar degeneración al obligar al perro a compensar la debilidad en una parte de su cuerpo, por ejemplo, las caderas, al usar otra parte de su cuerpo, como las rodillas, para apoyar la articulación. La hiperextensión de la pierna, caer, torcer o desgarrar la articulación puede causar lesiones traumáticas. En parte, estas lesiones pueden ser causadas por dueños que les piden a los perros con sobrepeso o que no están en forma que se involucren en actividades extenuantes o prolongadas. Debido a que la rodilla de un perro siempre está flexionada o doblada, sus rodillas siempre tienen algún tipo de peso. Cuanto mayor sea el ángulo, mayor será la tensión en las rodillas del perro.

Diagnóstico del daño CCL

Las lesiones de CCL pueden diagnosticarse observando síntomas típicos de hinchazón, sensibilidad y cojera repentina. Tal cojera se caracteriza por el perro que sostiene la pierna afectada sobre el suelo mientras camina o trota. Las lesiones de CCL también se diagnostican mediante rayos X o un procedimiento llamado prueba del cajón craneal. Esta prueba consiste en que el veterinario intente deslizar el extremo del fémur a través de la parte superior de la tibia. Estos dos huesos largos forman el ángulo de la rodilla. El ligamento cruzado anterior o frontal y el ligamento cruzado caudal o trasero se cruzan entre sí para apoyar la articulación de la rodilla. Si alguno de los ligamentos se ha roto o roto, los dos huesos de la articulación se mueven de forma independiente en un movimiento que se aproxima a la apertura de un cajón.

Tratamiento del daño CCL

Los desgarros de CCL parciales se pueden tratar con reposo y tratamiento médico de los síntomas. Las lágrimas completas y las rupturas de la LCC a menudo se tratan con cirugía. Los perros pequeños se pueden tratar fortaleciendo la articulación mediante el uso de suturas fuertes para crear un ligamento artificial. Este procedimiento es menos efectivo para perros grandes. Otros métodos de tratamiento quirúrgico consisten en extraer la cabeza tibial del extremo del hueso y reposicionarla para reducir el ángulo de la articulación y fortalecer la pierna.

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