El ajo es en realidad venenoso para los perros.
Si desea controlar la población de pulgas en su mascota sin utilizar productos químicos fuertes para matarlas y repelerlas, el ajo no es la solución. La noción de que el ajo es eficaz para controlar las pulgas no es más que un cuento de viejas: de hecho, intentar usarlo como repelente puede ser peligroso para su mascota.
Evitando el ajo
El ajo no solo es ineficaz como método de control de pulgas, es inseguro. Según la ASPCA, el ajo, y todos los demás miembros de la familia de las cebollas de las plantas, son tóxicos para los perros, los gatos y algunas otras mascotas domésticas. Su ingestión puede dar lugar a problemas de salud como anemia, vómitos y orina con sangre. Un bocado de comida con ajo como un ingrediente de sabor limitado puede no presentar síntomas; pero un bocado de pan de ajo o de una comida con sabor a ajo podría ser un problema. Si le ha dado a su mascota ajo, consulte a su veterinario lo antes posible. Pregúntele a su veterinario acerca de los métodos seguros de control natural de pulgas para complementar el lavado frecuente de la ropa de cama y el aseo de su mascota con un peine para pulgas.
